Un estudio revela que nuestros perros podrían haber estado engañándonos todo este tiempo solo para obtener lo que quieren

  • Feb 02, 2020
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Durante décadas, la ciencia y el comportamiento de los animales han estado tratando de meterse en la cabeza de nuestros adorables perros para descifrar qué es exactamente lo que están pensando, sintiendo y deseando.

Hasta ahora, parece que pueden haber llegado a una conclusión sobre por qué los perros inclinan la cabeza hacia un lado y descubrí algunos hallazgos bastante sorprendentes sobre si nuestro A los amigos de cuatro patas les gusta que los abracen.

Pero ahora, en la investigación canina más reciente, un estudio publicado en Cognición Animal ha descubierto un lado más calculador para nuestros cachorros.

La autora principal y especialista en comportamiento animal de la Universidad de Zúrich, Marianne Heberlein, descubrió que los perros engañan regularmente a sus dueños para obtener lo que quieren, más comúnmente, un bocadillo. Ella se inspiró para probar su teoría después de ver a sus propios perros jugar trucos entre ellos, por ejemplo uno atrayendo al otro lejos del lugar más cómodo de la habitación con una supuesta causa de emoción afuera. Si pueden engañarse unos a otros, ¿pueden engañar también a los humanos?

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Perro tratando de lamer un plato de pasteles franceses

James A. Guilliamimágenes falsas

El estudio

Heberlein usó dos grupos de perros. El primer grupo pasó tiempo con una persona que les dio un flujo constante de comida y el segundo mostró sus bocadillos a la vista de los perros pero no les ofreció ninguno.

Después de suficiente tiempo para que los perros aprendan quién les daría comida y quién no, los perros tuvieron que conducir los humanos a una de tres cajas: una con una salchicha adentro, una con galletas de perro secas adentro y otra sin nada todos.

Con su excelente sentido del olfato, los perros sabían exactamente lo que contenía cada una de las cajas y utilizaron esto para su ventaja.

Heberlein vio que los perros tendían a atraer al que daba la merienda hacia las cajas llenas, particularmente la salchicha, ya que sabían que probablemente les darían la merienda dentro.

Muy hábilmente, llevan al bocado a la caja vacía. Esto sugiere que los perros habían aprendido que esta persona no les daría lo que querían, por lo que los engañaron para que abrieran una caja decepcionante. Ahorraron su energía para tentar a la persona generosa a las cajas llenas de comida.

Esto demuestra que perros tienen la capacidad cognitiva de evaluar sus opciones y sopesar los beneficios de cada una. También muestra que aprenden rápido, ¡especialmente cuando se trata de alimentos!

¿Has reconocido alguno de estos rasgos o comportamientos en tu perro? Cosas inteligentes!