Los editores de Country Living seleccionan cada producto presentado. Si compra desde un enlace, podemos ganar una comisión. Más acerca de nosotros.
Se podría decir que Lisa Flood comienza tarde a decorar los pasillos. El árbol nunca se poda antes del 10 de diciembre, por lo que el cumpleaños de su hijo Hunter puede obtener la mejor facturación. “Entonces no baja hasta, como, febrero o marzo, permanece durante mucho tiempo”, dice Lisa.
No importa. “En Wilson, Wyoming, se siente como Navidad todo el invierno de todos modos”, dice ella. La tradición de decoración retrasada de la familia insinúa otros giros inesperados a lo largo de su cabaña de troncos renovada que entreteje viejos clásicos del oeste con florituras más suaves y femeninas. Las dicotomías le sientan bien a Lisa, fotógrafa y escritora, que se crió en California y luego se mudó a Wyoming, donde conoció a su esposo, Tom Dewell, y crió a sus hijos, Isabelle, de 20 años, y Cazador, 19. “Crecí en una casa elegante con sillas y cortinas de cretona, y me encanta ese estilo de vida formal”, dice Lisa. “Pero me siento mucho más cómodo en el campo, y creo que mi estilo es a menudo una yuxtaposición de informal y formal, simple y sofisticado”.
La familia renovó recientemente sus dos cabañas combinadas (una de 1952 y la otra construida en la década de 1980) y se mudó la huella solo un poco para dar paso a una nueva adición que incluye una suite principal y una oficina muy necesaria para Tomás. Lisa se alistó la diseñadora de interiores convertida en amiga Emily Janak para guiar el mobiliario. “Necesitaba que fuera más juvenil y un poco más divertido”, dice Lisa. “La cabina se vuelve pesada y oscura, y quería que Emily ayudara a levantarla”.
Pequeños lujos nuevos, como telas florales francesas y un sofá rosa de terciopelo cepillado, se combinan con paredes de troncos restauradas y resistentes tablas inglesas que pueden soportar la vida del rancho. "¡Se sabe que Lisa trae ponis adentro!" Emily dice. “Sí, todo vale aquí”, agrega Lisa. Ponis en la cocina, un columpio en la gran sala, botas de esquí en la casa. Lo abrazamos todo”.