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Muchos creen que el dolor muscular y la rigidez se deben a la vejez general y son solo una parte inevitable en el proceso de envejecimiento. Pero este no tiene por qué ser el caso ...
El cuerpo humano es brillante para repararse a sí mismo y, aunque puede llevar más tiempo recuperarse de una lesión cuando tienes 70 años, tus células aún se reponen de la misma manera. De hecho, no es el envejecimiento, sino el estilo de vida, lo que puede estar causando dolores y molestias corporales.
Terapeuta deportivo en Brighton Sports Therapy, Jamie Webb, revela las mejores maneras de evitar que su cuerpo se sienta viejo:
1. Ejercicio
Es un hecho bien conocido que aquellos que son físicamente activos son más saludables, más felices y tienden a vivir más que aquellos que a menudo son sedentarios. La inactividad no solo puede causar riesgos para la salud, como artritis y osteoporosis, sino que también puede provocar aumento de peso, músculos debilitados y dolor en las articulaciones.
Asegurar hace ejercicio al menos tres veces por semana. Los músculos sanos optimizan nuestra mecánica articular y el ejercicio es crucial para aumentar la fuerza y la flexibilidad, reducir el dolor articular y ayudar a combatir la fatiga. También le ayuda a mantener un buen peso corporal que no ejercerá demasiada presión sobre sus articulaciones.
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2. Mantener una buena postura
La postura se puede definir como un estado de equilibrio y alineación esquelético y muscular, que protege las estructuras de soporte del cuerpo de la deformación y la tensión progresivas. La postura incorrecta puede aumentar la tensión en los músculos, huesos y ligamentos. Con el tiempo, los músculos y los tejidos blandos se adaptan acortándose o alargándose, y estas estrategias no óptimas pueden causar dolor y rigidez en las articulaciones.
Ser consciente de una postura correcta es una forma simple pero importante de mantener la espalda y la columna vertebral sanas y minimizar el riesgo de lesiones. También mejora su circulación y digestión, facilita la respiración e incluso puede afectar su estado de ánimo. ¿No estás seguro de cómo sentarte correctamente? Leer consejos de expertos aquí.
3. Busque el tratamiento adecuado
Si tiene problemas musculoesqueléticos, su médico de cabecera no siempre es la mejor persona para acudir, ya que es muy posible que solo le den píldoras para minimizar la inflamación. De hecho, los médicos a veces pueden ser los principales culpables de descartar el dolor como "desgaste" o vejez. La terapia deportiva o la fisioterapia identificarán la causa raíz de sus problemas y le enseñarán cómo manejar la vida cotidiana para que no vuelva a tener dolores.
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4. Reduce el estres
El estrés aumenta nuestra sensibilidad al dolor. Simplemente sentimos más dolor cuando estamos estresados. También puede conducir a un aumento de la inflamación en el cuerpo, lo que a su vez causa más tensión muscular y rigidez en las articulaciones. Su sistema inmunológico puede debilitarse por la ansiedad que conduce a sentimientos de presión articular. Todo lo cual reduce los niveles de dopamina, lo que hace que el dolor sea más difícil de ignorar.
Para reducir el estrés, evite el exceso de cafeína, alcohol y nicotina y dormir lo suficiente. La meditación diaria también puede ayudar a aliviar la ansiedad. Haciendo yoga, escuchar música y pasear por la naturaleza también puede ayudarlo a desestresarse. Siga nuestra guía completa sobre formas naturales de aliviar el estrés y la ansiedad
5. Hidratación
El cartílago en nuestras articulaciones está compuesto principalmente de agua, que es lo que lo convierte en un excelente amortiguador. Cuando estamos deshidratados, el cartílago absorbe agua y la debilita. Mantenga su cartílago sano bebiendo 6-8 tazas de agua durante todo el día.
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6. Nutrición
Coma fibra todos los días e incluya granos enteros, frutas y verduras en su dieta al tiempo que limita los carbohidratos y grasas refinados. Opte por alimentos que combaten la inflamación, como el jengibre, la cúrcuma, las semillas de granada, el albaricoque y las cerezas, así como los alimentos que contienen potentes antioxidantes y omega 3, como las manzanas, las nueces y las semillas.